Por Richard Choppet, gerente comercial Lubrisider
El tema de las subestaciones digitales es un tema recurrente y “a la moda” hoy en día. Pero, aunque todos sabemos de qué se trata, rápidamente es una evidencia que cada uno tiene una visión un poco distinta y, sobre todo, la realidad de cada país puede tener algunas diferencias. Para ser técnicamente riguroso, el tema de las subestaciones digitales debería referirse a la solución de una subestación completamente pensada y diseñada para tal efecto, desde los equipos de patio hasta los sistemas de protección y control. Sin embargo, en esta oportunidad hablaremos solamente de la parte electrónica de dicha solución que incluye la adquisición de datos, la comunicación y, por supuesto, de los sistemas de protección y control de las subestaciones.
¿Cuál es la situación actual en Chile? En la actualidad, no existe ninguna subestación completamente digital en Chile. Solo hay 2 paños pilotos en subestaciones diferentes y 2 subestaciones en fase de construcción en la zona de Osorno. Esto difiere de casi todos los otros países vecinos donde podemos encontrar varias experiencias en funcionamiento hace ya varios años. Por qué este desfase en las realidades.
Una de las razones de esta diferencia con los otros países de Latinoamérica no es solamente el temor de la novedad o la falta de datos históricos sobre períodos largos de estudios, sino que la regulación nacional no estaba (o no está) lista para apoyar y empujar dichas inversiones. En este contexto, la Comisión Nacional de Energía está revisando la regulación y los procesos existentes para poder permitir los próximos pasos en el desarrollo de esta tecnología en el país a la brevedad.
Otros de los temores en común a la introducción de nuevas tecnologías, es su seguimiento en el tiempo y sobre todo su interoperabilidad entre las diferentes ofertas presentes en el mercado. A nivel mundial, la lista de experiencias existentes es vasta y ya se han comprobado todas las ventajas sobre la solución llamada “convencional” que se ha usado hasta ahora. Hoy se manejan muy bien los ahorros posibles en construcción, cable e instalación, así como las posibles diferencias de precios del equipamiento requerido en esta nueva tecnología.
A nivel técnico, si es cierto que hay dos soluciones distintas de concentrar los datos del campo (PRP y HSR), la interoperabilidad existe realmente siempre y cuando se eligen equipos con las mismas características técnicas. La decisión de elección de usar PRP o HSR debería depender del diseño de la subestación y también del resultado buscado por el cliente, donde el diseño puede ser un poco más liviano o un poco más seguro dependiendo de lo especificado y de las necesidades del cliente final. Sin embargo y a pesar de la elección de la arquitectura del sistema, los elementos como las Merging Units y las protecciones deben ser “intercambiables” entre las distintas marcas, siempre y cuando, todas cumplan con los mismos requisitos técnicos seleccionados.
Se puede concluir que hoy en día existen los productos y servicios necesarios para la plena realización de una subestación digital. También podemos destacar la voluntad de los clientes y usuarios de empujar esta tecnología. Por otra parte, también tenemos el compromiso de la autoridad que está trabajando desde ya en la modificación de la normativa para permitir la misma. Todos los elementos están reunidos para que sigamos avanzando en la vía del desarrollo y podamos decir que el futuro ya está presente hoy.