LOS CHILENOS DEBEN PODER DECIDIR CÓMO QUIEREN CONSUMIR, ADMINISTRAR, ALMACENAR Y GENERAR SU ENERGÍA

Ciertamente las transiciones producen nerviosismo, comentó José Venegas, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía, CNE, en el contexto del seminario “Los Desafíos de la Institucionalidad Eléctrica Chilena” de CIGRE Chile. Nuestro sistema está cambiando desde un 20% o menos de energía renovable a más del 50% o 70%, y lo está haciendo en un lapso de 5, 6, a lo más 10 años. Es ambicioso. Por lo tanto, es una transición compleja, estructural y grande que requiere ser guiada a través de cambios graduales que no deben asustarnos ni llevarnos a la inacción. Ni tampoco hacernos creer que hay que revisarlo todo a partir de cero”, señaló.

En la actualidad, existen más de 6 GW en proyectos en construcción. El sector energía es uno de los más dinámicos en ritmo de inversión. Venegas agregó que “hemos podido realizar junto a las generadoras una estabilización de precios transitoria, pero ciertamente muy oportuna y necesaria cuando más lo requerían nuestros compatriotas”. 

Por primera vez en 40 años, además se modificó exitosamente la Ley Eléctrica en materia de distribución que “hemos hecho más transparente, más exigente, y más participativa. Asimismo, estamos desarrollando con rigor dos procesos tarifarios estructurales inéditos. Nunca se habían hecho antes, con cambios en la tasa de descuento, una manera distinta de hacer las cosas, y en ambos se contemplan instancias de participación, solución, y diferencias”, continuó el secretario ejecutivo. 

Estos dos procesos estructurales, tanto de transmisión como de distribución, según Venegas, se están llevando a cabo con rigor, y completamente dentro del marco institucional que garantiza para los consumidores, el actuar regulador, y para las empresas, la transparencia y equidad.

Por otra parte, de acuerdo al ejecutivo, se ha avanzado en la descarbonización de la matriz de generación de manera inédita tanto en Chile como en Latinoamérica. Nunca antes se había comenzado a retirar de servicio centrales generadoras que operan en la base del sistema, que son importantes, y que efectivamente todos los actores del sector coinciden en que deben ser sacadas de servicio. En tanto, el país está enfrentando una de las peores sequías de la historia, y “lo estamos haciendo sin racionamiento, y con una reacción muy oportuna de la CNE y del Ministerio de Energía, en cuanto a medidas vigentes y preventivas”, indicó. 

Otro gran paso de la transición energética, según Venegas, es la exitosa licitación de suministro con 29 participantes y más de 600 ofertas, “con precios medios de adjudicación que con toda seguridad van a rondar los 25 dólares, y con ofertas tan agresivas como 13 dólares. Nosotros creemos que esta licitación, con una gran afluencia de ofertas, muestra la confianza presente y futura en nuestras instituciones, en nuestra regulación, y muestra que trabajando junto a los gremios y al sector público y privado, logramos impulsar avances en beneficios de la familia”, recalcó.

Las instituciones del sector deben siempre ejecutar con independencia sus procesos fundamentales, deben ser facilitadoras imparciales de las nuevas iniciativas tecnológicas y deben promover la transparencia, la competencia y el libre acceso. Según el secretario ejecutivo, la familia chilena debe tener mayor poder de decisión, porque eso es lo que sabemos que viene, para decidir cómo quieren consumir, administrar y almacenar, y eventualmente hasta generar su energía. 

“Con estas reducciones estructurales de costo, creo que es una obligación para nosotros como regulador, y como empresa, aumentar la calidad y seguridad de nuestro servicio, y no necesariamente por ello subir las tarifas. En ausencia de embalses que crezcan en capacidad, necesitamos ciertamente almacenamiento a gran escala. Necesitamos contar con almacenamiento para LGN más grande para no sufrir inflexibilidades, y necesitamos certeza responsable cuando se requiere usar diésel, y también ser muy realista de nuestra dependencia a la generación térmica mientras no crezca la base de energía renovable”, dijo. 

En ese escenario, se debe buscar la forma de poder seguir retirando la generación a carbón, “ciertamente es un compromiso, vamos hacia la carbono neutralidad, y ese compromiso debe seguir inalterable, pero con responsabilidad y sin fantasía. La sequía demuestra que transitar hacia la ausencia total de generación a carbón es un proceso imprudente de apurar, y necesitamos también soluciones de transmisión”, explicó.  

Como también, según Venegas, se necesita aumentar la generación distribuida. “Los cambios en el reglamento para PMGD deben apuntar a ello para la estabilidad del crecimiento de la generación cercana al consumo, que es una de las soluciones que yo creo que estamos al debe. Debemos seguir atentos a los clientes vulnerables y recuperar la normalidad de la cadena de pago de nuestro servicio. Necesitamos ciertamente de nuevos cambios dosificados en la regulación o en las normas que ayuden a guiar toda esta solución, y eso es lo que se hace en una transición. En una transición se reconocen las nuevas situaciones que aparecen, y se tratan de abordar con eficiencia y rigurosidad. Nuestra institucionalidad está sana. Hemos enfrentado una crisis social, una pandemia, una sequía, y nuestras instituciones y regulaciones están funcionando. Las contingencias inéditas de estos últimos 24 meses la han puesto a prueba, y el resultado es que los malos augurios no se cumplen y el sector energía sigue siendo un pilar de nuestra economía”, finalizó.