La tecnología de almacenamiento de energía de aire comprimido a gran escala (“A-CAES” por sus siglas en inglés) utiliza poca cantidad de agua, aire presurizado y equipos estándares y probados con cadenas de suministro existentes para entregar una solución de almacenamiento de larga duración y libre de emisiones y materiales tóxicos. El A-CAES tiene características similares al almacenamiento de hidro-bombeo pero con las ventajas únicas de ser modular y flexible en su ubicación.
Mientras que las instalaciones tradicionales CAES han estado operando por décadas desde los años setenta, A-CAES incluye dos mejoras tecnológicas obtenidas de las industrias de energía y minería que perfeccionan su propuesta de valor. “Primero, contiene un sistema de gestión térmica que captura y almacena, para su uso posterior, el calor generado durante la compresión del aire, energía que tradicionalmente sería desperdiciada. Esto elimina la necesidad de utilizar gas natural para recalentar el aire durante el ciclo de descarga. Esto significa cero costos de combustible, una mejor eficiencia carga/descarga y cero emisiones o químicos nocivos. Segundo, nuestro sistema usa un embalse de agua para compensar hidrostáticamente la caverna de almacenamiento de aire. La compensación hidrostática mejora la eficiencia y permite a A-CAES utilizar cavernas de almacenamiento excavadas de forma económica (con requisitos de menor volumen) y beneficiarse de la capacidad de ser construidas en la mayoría de los tipos de suelo”, comentó Jordan Cole, Director Comercial de Hydrostor.
Hydrostor, empresa canadiense fundada en Toronto en el año 2010 y líder mundial de esta tecnología que en la actualidad desarrolla proyectos por un total de 4 GW en Canadá, Estados Unidos, Australia y Chile, ve una atractiva oportunidad en el país y se ha asociado con la generadora AME para ingresar a este mercado. “La rápida penetración de las energías renovables en el norte del país y la inminente retirada de 3,5 GW de capacidad de carbón están creando una gran necesidad del tipo de soluciones que ofrece A-CAES. Se prevé que Chile requerirá 7.5 GW de activos flexibles para 2026 que puedan responder a cambios rápidos en la carga neta. También existe una gran necesidad de inversión en infraestructura de transmisión desde el norte al centro del país para desbloquear algunos de los mejores recursos renovables del mundo”, señaló Cole.
A principios de 2020, Hydrostor y AME presentaron conjuntamente dos proyectos a la Comisión Nacional de Energía. El primero es Transición, un proyecto de 500 MW y 5.000 MWh ubicado cerca de la localidad de Lagunas, Región de Tarapacá, y el segundo es Innovación, un proyecto de 250MW y 2.500 MWh localizado en los alrededores de Pozo Almonte, también en la Región de Tarapacá. Estas ubicaciones han sido seleccionadas por los importantes beneficios que los proyectos propuestos ofrecerían a la red chilena. Además, “estas obras evitarían inversiones más costosas en nuevas líneas de transmisión y ayudarían a integrar las energías renovables a la red desplazando por algunas horas bloques de energía, como también mejorar la calidad de la energía y la inercia del sistema. Estos proyectos estarían programados para completarse en 2026 y tendrían una vida operativa de más de 50 años sin degradación”, indicó el ejecutivo.
La transición exitosa de Chile hacia una red de bajas emisiones de carbono es importante, como asimismo, lograr una transición exitosa que requerirá un sistema de transmisión más flexible y eficiente capaz de respaldar la confiabilidad del sistema, minimizar el riesgo de suministro y garantizar la operación más económica para todos los usuarios. Por estas razones, “en Hydrostor y AME creemos que nuestra infraestructura A-CAES probada, libre de emisiones y flexible es la solución ideal en el proceso de expansión de la red de transmisión”, concluyó Cole.